martes, 24 de marzo de 2009

CLASE Nº 1

UNIDAD I: INTRODUCCIÓN

Análisis Histórico Social


El estudio de la sociedad nace de la necesidad de resolver las problemáticas sociales del siglo XVIII.
(Formalmente el siglo XVIII comprende los años 1701-1800 ambos incluidos. También es conocido como siglo de las luces. Para la historia occidental, es el penúltimo de los siglos de la Edad Moderna y el primero de la Edad Contemporánea, tomándose convencionalmente como momento de división entre ellas el año 1705 (Máquina de vapor), el 1751 (L'Encyclopédie), el 1776 (Independencia de Estados Unidos), o más comúnmente el 1789 (Revolución Francesa ) )
La Edad Moderna era una división del tiempo histórico de alcance mundial, pero hoy en día suele acusarse a esa perspectiva de eurocéntrica , que coincide con la Era de los Descubrimientos y el surgimiento de la primera economía-mundo

La fecha de inicio más aceptada es la toma de Constantinopla por los turcos en el año 1453 -coincidente en el tiempo con la invención de la imprenta y el desarrollo del Humanismo y el Renacimiento, procesos a los que contribuyó por la llegada a Italia de exiliados bizantinos y textos clásicos griegos-, aunque también se han propuesto el Descubrimiento de América (1492) y la Reforma Protestante (1517) como hitos de partida.

En cuanto a su final, la historiografía anglosajona asume que estamos aún en la Edad Moderna (identificando al periodo XV al XVIII como Early Modern Times -temprana edad moderna- y considerando los siglos XIX y XX como el objeto central de estudio de la Modern History), mientras que las historiografías más influidas por la francesa denominan el periodo posterior a la Revolución Francesa (1789) como Edad Contemporánea. Como hito de separación también se han propuesto otros hechos: la independencia de los Estados Unidos (1776), la Guerra de Independencia Española (1808) o la Guerra de Independencia Hispanoamericana (1809-1824).
La edad moderna transcurre más o menos desde mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII.
Lo que caracteriza a la Edad Moderna es su carácter transformador, paulatino, dubitativo incluso, pero decisivo, de las estructuras económicas, sociales, políticas e ideológicas propias de la Edad Media. En la Edad Moderna la inercia del pasado ( medieval) y el ritmo de los cambios son lentos, propios de los fenómenos de larga duración. No hubo un paso brusco de la Edad Media a la época moderna, sino una transición. Los principales fenómenos históricos asociados a la Modernidad (capitalismo, humanismo, estados nacionales, etcétera) venían preparándose desde mucho antes, aunque fue en el paso de los siglos XV a XVI en donde confluyeron para crear una etapa histórica nueva.

Estos cambios se produjeron simultáneamente en varias áreas distintas que se retroalimentaban: en lo económico con el desarrollo del capitalismo; en lo político con el surgimiento de estados nacionales y de los primeros imperios ultramarinos; en lo bélico con los cambios en la estrategia militar derivados del uso de la pólvora; en lo artístico con el Renacimiento, en lo religioso con la Reforma Protestante; en lo filosófico con el Humanismo, el surgimiento de una filosofía secular que reemplazó a la Escolástica medieval y proporcionó un nuevo concepto del hombre y la sociedad; en lo científico con el abandono del magister dixit

(Magister dixit es una locución latina, que significa literalmente El maestro lo dijo. La idea subyacente detrás de este aforismo, es que todo conocimiento sólo puede proceder de los maestros y de la enseñanza tradicional. En la Edad Media, el término solía referirse a Aristóteles).

y el desarrollo de la investigación empírica de la ciencia moderna, que a la larga se interconectará con la tecnología de la Revolución Industrial.

Se comienza por tanto a pensar en el hombre, en el origen de este y de su rol como actor en sociedad, entre los primeros en pensadores de este periodo se encuentra a Thomas Hobbes con su obra “El Leviatán” escrito en 1651. Donde plantea ya un cambio en la forma política del gobierno, hasta entonces Absolutista.
John Locke , Ensayo sobre el entendimiento humano (1690). establece un prográma de orden Liberal, centrando la soberanía y el gobierno en el pueblo.
Jean-Jacques Rousseau, en su obra “El contrato social”: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra contenida en su Emilio, o De la Educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación.

Con estos pensadores se abre la cuestión de la naturaleza de las relaciones sociales, en todos sus ámbitos, que a partir de ese momento adquirirán un carácter de racionalidad en su desarrollo, y sistematización.

Personajes relevantes de la edad moderna
• Voltaire, filósofo francés
• Montesquieu, filósofo francés
• Jean-Jacques Rousseau, filósofo francés
• Adam Smith, economista británico
• David Hume, filósofo británico
• Immanuel Kant, filósofo alemán
• Johann Sebastian Bach, compositor alemán
• Haendel, compositor germano-inglés
• Haydn, compositor austríaco
• Wolfgang Amadeus Mozart, compositor austríaco
• Ludwig van Beethoven, compositor alemán (también del Siglo XIX)
• Antonio Vivaldi, compositor italiano

Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de 220 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas (el llamado primer mundo) y aún en curso para la mayor parte (los países subdesarrollados y los recientemente industrializados), que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos y servicios.

Edad Contemporánea se caracteriza por transformaciones aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución Industrial, al tiempo que se destruía la sociedad preindustrial ( rural) y se construía una sociedad ( urbana) de clases presidida por una burguesía que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales: los privilegiados y el nacimiento y desarrollo de uno nuevo: el movimiento obrero, en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores guerras conocidas por la humanidad.

La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario desarrollo y fecundidad; De esta manera, la intelectualidad europea depositó toda su fe en el progreso de la ciencia. Se pensaba que el progreso de la humanidad era imparable, y que dentro de no demasiado tiempo, la ciencia resolvería todos los problemas económicos y sociales. A este dogma filosófico se le llamó Positivismo.


Augusto Comte, (Curso de Filosofía Positiva), publicado en 1842, donde expone su Filosofía Positiva como tipo de conocimiento propio del último de los tres estados de la de la sociedad según su ley de los tres estados, se define por oposición a la filosofía negativa y crítica de Rousseau y Voltaire (postura a la que Comte atribuye los males de la anarquía y la inseguridad social que caracterizan al período post-revolucionario).

El término positivo hace referencia a lo real, es decir, lo fenoménico dado al sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo, desechando la búsqueda de propiedades ocultas, características de los dos primeros estados.

Lo positivo tiene como características el ser útil, cierto, preciso, constructivo y relativo (no relativista) en el sentido de no aceptar ningún determinismo absoluto a priori.
La ley de los tres estados y la idea de progreso.
La humanidad en su conjunto y el individuo como parte constitutiva, está determinado a pasar por tres estados sociales diferentes que se corresponden con distintos grados de desarrollo intelectual: el estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto y el estado científico o positivo.

Este tránsito de un estado a otro constituye una ley del progreso de la sociedad, necesaria y universal porque emana de la naturaleza propia del espíritu humano. Según dicha ley, en el estado teológico el hombre busca las causas últimas y explicativas de la naturaleza en fuerzas sobrenaturales o divinas, primero a través del fetichismo y, más tarde, del politeísmo y el monoteísmo. A este tipo de conocimientos le corresponde una sociedad de tipo militar sustentada en las ideas de autoridad y jerarquía.

En el estado metafísico se cuestiona la racionalidad teológica y lo sobrenatural es reemplazado por entidades abstractas radicadas en las cosas mismas (formas, esencias, etc.) que explican su por qué y determinan su naturaleza. La sociedad de los legistas es propia de este estado que es considerado por Comte como una época de tránsito entre la infancia del espíritu y su madurez, correspondiente ya al estado positivo. En este estado el hombre no busca saber qué son las cosas, sino que mediante la experiencia y la observación trata de explicar cómo se comportan, describiéndolas fenoménicamente e intentando deducir sus leyes generales, útiles para prever, controlar y dominar la naturaleza (y la sociedad) en provecho de la humanidad. A este estado de conocimientos le corresponde la sociedad industrial, capitaneada por científicos y sabios expertos que asegurarán el orden social.

Finalmente, cabe destacar la propuesta que hizo Comte de un calendario humanista donde cada uno de los meses y de los días representaba la conmemoración de un personaje histórico. Este calendario se conoce también como el "Calendario positivista".

Ciencia Social y Sentido Común.

La vida social esta basada en creencias ya sea basadas en un pensamiento religioso o en el sentido común;

El sentido común es el pensamiento que las personas hacen con sus creencias, y el religioso es el que se enseña en la casa y en los templos. Estos dos conocimientos son generales y totalizantes.
El sentido común no es necesario de probar para considerarlo verdadero, por que sucede una especie de engaño colectivo al suponer que sus premisas ya han sido demostradas. El termino “sentido común” proporciona una especie de fachada respetable a ideas de todo tipo, sin la necesidad de adjuntar prueba alguna.

Lo que con frecuencia se toma como sentido común, consiste en una acumulación de suposiciones y presentimientos colectivos y de conocimientos fortuitos obtenidos por el método de prueba y error de un grupo. Muchos ejemplos los encontramos en sentencias tales como refranes. (Dar ejemplos y pedir ejemplos)

La Observación Científica como base del conocimiento Social.

La Ciencia se basa en evidencias verificables. Por evidencias entenderemos observaciones objetivas que otros observadores pueden ver, pesar, medir y verificar con exactitud.
La observación científica no es simplemente es (agregar página 5 de sociología de Horton y Hunt).
El método Científico de Investigación (agregar página 11 de sociología de Horton y Hunt ).

Este método científico es de carácter universal, es decir, que se utiliza en la totalidad de las disciplinas científicas. En este plano tenemos las llamadas ciencias naturales ( biología, física, botánica, medicina, etc.), cuyo objeto de estudio es tangible, y con características manejables.
Las llamadas ciencias sociales, cuyo centro de interés es la sociedad, siendo su objeto de estudio, la persona humana, el individuo, los grupos humanos, la sociedad.
Devido a la amplitud y dificultad del objeto de estudio de las ciencias sociales, es que estas se han dividido o especializado en diferentes sujetos de estudios.

• La economía, estudia lo social relacionado con la producción, distribución, consumo, crisis económicas, sobreproducción, efectos del mercado globalizado, etc..
• Psicología, estudia lo relacionado con la mente, adaptación de las personas en la sociedad, etc...
• Sociología, estudia los problemas de las grandes urbes, formas de comunicación, socialización global, etc...
• Antropología estudia las formas y producción cultural de los grupos humanos pasados y presentes.
• El Derecho.


René Descartes

Nace en La Haye en Touraine, actual Descartes, 31 de marzo de 1596, fallece Estocolmo, 11 de febrero de 1650) fue un filósofo, matemático y científico francés. Es considerado como el Pionero de la Filosofía Moderna y el creador de la noción de sujeto.

(La palabra sujeto hace referencia a un ser que es “actor de sus actos”, en el sentido de que su comportamiento o conducta no son meramente “reactivas”, sino que aporta un plus de originalidad que responde a lo que solemos entender por decisión o voluntad.)

El padre de la filosofía moderna

Se considera a Descartes como el padre de la filosofía moderna (independientemente de sus aportes a las matemáticas y la física). Este juicio se justifica, principalmente, por su decisión de rechazar las verdades recibidas, p. ej., de la escolástica, combatiendo activamente los prejuicios. Y también, por haber centrado su estudio en el propio problema del conocimiento, como un rodeo necesario para llegar a ver claro en otros temas de mayor importancia intrínseca (la moral, la medicina y la mecánica). En esta prioridad que concede a los problemas epistemológicos,
(La epistemología (del griego, episteme, "conocimiento"; logos,"teoría"), disciplina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico )
Por otro lado, los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus teorías, sea para desarrollar sus resultados o para objetarlo. Este es el caso de Locke, Hume y Kant, cuando menos.

Descartes aspira a «establecer algo firme y durable en las ciencias». Con ese objeto, según la parte tercera de su obra el Discurso, por un lado él cree que en general conviene proponerse metas realistas y actuar resueltamente, pero prevé que en lo cotidiano, así sea provisionalmente, tendrá que adaptarse a su entorno, sin lo cual su vida se llenará de conflictos que lo privarán de las condiciones mínimas para investigar. Por otra parte, compara su situación a la de un caminante extraviado, y así concluye que en la investigación, libremente elegida, le conviene seguir un rumbo determinado. Esto implica atenerse a una regla relativamente fija (un método), sin abandonarla «por razones débiles».
Las reglas del método
Ya la parte segunda del Discurso había presentado el método. Descartes considera que aunque la lógica tenía muchas reglas válidas, en general éstas son inútiles, puesto que, como afirma en las Reglas para la dirección del espíritu, la capacidad de razonar es básica y primitiva, y nadie puede enseñárnosla. Son las reglas del método:
1. El llamado precepto de la evidencia (o también, de la duda metódica): No admitir nunca algo como verdadero, si no consta con evidencia que lo es, es decir, no asentir más que a aquello que no haya ocasión de dudar, evitando la precipitación y la prevención.
2. El precepto del análisis: Dividir las dificultades que tengamos en tantas partes como sea preciso, para solucionarlas mejor.
3. El precepto de la síntesis: Establecer un orden de nuestros pensamientos, incluso entre aquellas partes que no estén ligadas por un orden natural, apoyándonos en la solución de las cuestiones más simples (que Descartes llama "naturalezas simples") hasta resolver los problemas más complejos a nuestro alcance.
4. El precepto de control: Hacer siempre revisiones amplias para estar seguros de no haber omitido nada.

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